En 1987, el informe de Brundtland “Nuestro futuro común” de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, definió por primera vez el concepto de “desarrollo sostenible” como aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias.

Este concepto pretendía establecer relaciones entre los aspectos ambientales, económicos y sociales. Unos años más tarde, en 1992, en la Cumbre de la Tierra de Naciones Unidas realizada en Río de Janeiro, se elaboró la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que asume por primera vez, y a nivel mundial, el desarrollo sostenible como guía para la formulación de políticas de desarrollo racional y regional, es decir la integración entre desarrollo y medio ambiente.

Un par de años después se elaboró La agenda 21, un programa de acción en todas las esferas que competen al Desarrollo Sostenible, considerando las dimensiones sociales y económicas, la conservación y gestión de los recursos naturales para el desarrollo, el fortalecimiento de los grupos principales (mujeres, jóvenes, pueblos indígenas) y los modos de ejecución.

Juventudes en la sostenibilidad

Para Daniel Richard Collazo, la educación con empatía, desde perspectivas sociales y económicas, pueden influir en cambios hacia una sostenibilidad más sistemática. El también científico y medioambientalista de la Universidad de Arizona fue colaborador con Startup Unidos, NOGECO y las iniciativas que dieron origen a Waste Binn.

A decir de Daniel, “es tranquilizante cuando personas jóvenes invierten tiempo en intereses como la justicia social y medioambiental”. Sobre la perspectiva actual en términos de los retos ecológicos y medioambientales, indicó que “la gente puede ver qué está pasando actualmente en el mundo, puede leer los titulares de las noticias y puede sentirse deprimida”.

Algunos datos crudos de nuestra actualidad es, por ejemplo, que existe más plástico que peces en nuestros mares. Por ello considera muy interesante ver personas que están preocupadas por las mismas cosas y que traten de resolver los problemas. Adicionalmente, considera refrescante ver distintas soluciones para ello.

Perspectivas a futuro para Arizona

Desde la óptica académica, abordar la sostenibilidad con propósitos educativos, es hacerlo desde tres pilares fundamentales: los retos sociales, los ecológicos y los económicos.

En ese contexto, Tucson lo está haciendo bastante bien en comparación con otras comunidades de Arizona. Ejemplos como el transporte público y su eficiencia, las vías de movilidad integrada, líneas exclusivas para bicicleta y la posibilidad de utilizar mucho menos los coches gracias a la infraestructura.

Para Daniel Collazo, Tucson comparado con Phoenix está muy bien, pero comparados con comunidades como Seattle, New York, Boston y otras ciudades grandes, no están siendo los mejores, pero hay confianza de que se puede mejorar.

“Estoy esperanzado, pero también estoy convencido de que hay mucho por hacer. Tenemos que entender el contexto de las personas, conectar las coincidencias e intereses. También identificar problemas desde la perspectiva económica y social” agregó.

Siempre que se habla de sostenibilidad, saltamos inmediatamente a la perspectiva medioambiental. Y necesitamos involucrar a más personas que se muestren realmente interesados y entusiasmados por atacar estos retos.

Enmarcar los problemas de sostenibilidad más allá de los retos medioambientales y empezar a afrontar problemas generados por el mercado inmobiliario, la empleabilidad y otros más que se encuentran interconectados.

Política y gobierno

Es muy poco probable que el gobierno sea el gran catalizador de los cambios que se requieren, pues los intereses económicos de los grandes corporativos y sus cabilderos inhiben transformaciones en contra de sus propias agendas.

Pero también hay una nueva generación de políticos jóvenes que impulsan iniciativas más amigables con el medio ambiente. Por ello es importante apelar a la frase que indica que hay que votar con la billetera. Los intereses económicos de los representantes puede definir el futuro. Desde la perspectiva de Daniel Collazo, hay “más fe en los gobiernos estatales y regionales porque los círculos son más pequeños y nuestras voces suenan más fuerte”.

Aunado a las condiciones climáticas de Tucson que se encuentra entre las 3 ciudades más calientes de los Estados Unidos debido a los efectos generados por el cambio climático, y considerando la facilidad que tienen los ciudadanos para ejercer los votos, es mucho más probable que a través de la vía electoral, se aceleren procesos de cambio para la política pública en materia de sostenibilidad para el futuro.

Emprendimiento sostenible

Para Daniel Collazo, quien se considera una persona más orientada hacia la ciencia, la biología, la ecología, la química, su colaboración con jóvenes emprendedores fue enriquecedor, pues destaca que ellos atacan los retos desde perspectivas que nunca hubiera considerado, algunos tan novedosos como necesarios. “No puedes resolver todos los problemas desde un solo punto de vista, sino más bien desde una perspectiva más holística”, dijo.

También agregó que “es por eso me gusta colaborar con las iniciativas de Startup Unidos, con NOGECO y ahora con Waste Binn porque aportan la perspectiva económica, porque la razón por que la industria petrolera y de combustibles fósiles son muy buenos en prevenir acciones que los combatan a ellos o al cambio climático porque hay mucho dinero involucrado en el proceso. Y ellos seguirán conservando su poderío económico en la medida que el humano siga comportándose y consumiendo de la forma en que lo hacemos actualmente”.

Así que si podemos hacer negocios y crecer industrias de forma disruptivas que cambien la forma actual a través de Waste Binn y otras iniciativas similares, sería genial porque movería dinero a una economía lejana de la industria petrolera y de combustibles fósiles hacia iniciativas más sostenibles.

¿Por dónde empezar?

Hay personas que pasan una vida tratando de educar a las personas sobre los retos ecológicos y medioambientales. No ha funcionado solo señalar cómo las perspectivas de ciertas personas son incorrectas. Se necesita entender el contexto de las personas.

Hay fenómenos que podemos identificar ahora mismo: los niveles del mar creciendo, los desastres naturales cada vez más intensos, inundaciones, huracanes, incendios forestales. La coincidencia debe suscitarse en el debate de cómo atacar esos problemas.

Es difícil encontrar un nicho específico para hablarle. Así que cualquier acción cuenta, si deseas reciclar más, es fantástico. Si deseas conducir menos, mucho mejor. Si quieres consumir menos plásticos y mayores productos ecológicos es genial, una opción también es evitar el fast fashion.

Toda acción individual también es acción. Pero estas deben convertirse en acciones sistemáticas. Debemos ver a través de las comunidades, de los negocios y de la política para tomar acciones en la dirección adecuada.

Conclusiones

La creación de nuevas empresas sostenibles afrontan retos no solo medioambientales, también sociales y económicos. Con la formación general y el desarrollo de aptitudes de Waste Binn, una nueva generación de emprendedores de base tecnológica con factores de innovación y enfocados en sostenibilidad, permitirá que el capital económico se quede lejos de los corporativos que cabildean para que las cosas no cambien.

Una visión global, transfronteriza y que aborde la justicia social, económica y la igualdad son las características inevitables de los líderes que moverán la aguja del desarrollo sostenible en ambos lados de la frontera Sonora-Arizona, pero también en México y Estados Unidos.

Para todos ellos, una incubadora de negocios en línea, con experiencia, alianzas y liderazgo, está disponible para quienes quieren que las cosas sucedan.